«No diré mucho, pero os diré que quiero vuestras manos fuera de las mujeres de mi padre», fueron sus escasas palabras en su primera intervención como líder unos meses antes de casarse con dos de sus ex madrastras. Culpado desde muchas áreas como el verdadero propulsor del aislamiento de su comunidad, Warren Jeffs se erigió pronto como uno de los mayores detractores del uso de Internet o de la televisión, medios prohibidos por constituir una «fuente de impureza».
Con inclinaciones también xenófobas, ha llegado a afirmar que «los negros son el diablo», de ahí que uno de los primeros preceptos de esta iglesia sea la prohibición de aceptar miembros afroamericanos.
Tras renunciar a su cargo en el año 2007, y como consecuencia de su condena, algunos medios han informado sobre sus supuestos intentos de suicidio.