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Cien años de olvido (novela) Capítulo 8

April 22, 2008

Por: Oscar Fernández

El Funeral…del Poeta.
(1904-1906)

La muerte sorpresiva de unos de los hermanos Toledo, tomó un giro inesperado dentro de la cerrada sociedad de Xelajú, la noticia corrió por las calles y se pasó a las avenidas, cada casa de la cabecera departamental, en la Fincas Matasano y San Antonio La Unión, siendo una región en crecimiento impulsada por el gobierno del Presidente Justo Rufino Barrios Auyón, por cierto fallecido en la histórica batalla de Chalchuapa el dos de Abril de 1885. Por cierto primo hermano de mi bisabuela Sra. Lupe Auyón de Juárez.

De parte de la familia Toledo De León, se hizo un hermetismo entorno a los detalles del fallecido. Los rumores y comentarios en los parques y mercados iban sin fundamento alguno de la meca a la seca…Los medios escritos fueron discretos respecto al caso, se le exaltó sus aspectos personales, ya que era un hombre que a pesar de la corta edad, poseía una familia de tres hermosos hijos y una esposa que era una de las mujeres que exudaba clase y belleza en la época. Siendo españoles criollos, la casta ibérica estaba en su sangre real. eso era indiscutible, al haber publicado “Ensayo Poético” en el año 1900 Don Manuel Toledo, era elevado al Olimpo Literario del viejo y nuevo siglo XX.

María Luisa, Jorge y Concepción Toledo, siendo la última de las hijas la belleza heredada de su madre Teresa De León, ahora Viuda de Toledo. Por cierto la madre de mi madre…

El Cortejo fúnebre salió de la casa de habitación de la familia pero antes se celebró una misa en el salón principal de la mansión y con la orquesta de la nación, donde a petición se tocó “El Mesías” de George Frederic Hendel, de origen alemán.

Una obra maestra que se estrenó en la Catedral de San Patricio en Dublin, Irlanda en el año de nuestro señor 1742, es una clase de música que se eleva a las alturas… Por tradición al tocar está melodía en público, debe hacerse una donación a un orfelinato de la comarca, lo cuál se hizo encantado por parte de la familia, dando un fuerte apoyo a esa comunidad, de la cual se hizo una ala del edificio en aquella época.

La carroza elegantemente vestida para la ocasión, iba tirada por 4 corceles negros, propiedad de la finca San Antonio La Unión, la urna de cristal donde fue colocado el féretro de color caoba oscura, acompañada de un enorme arreglo floral con las iniciales de la familia doliente.

Dicen que Don Manuel Toledo, el joven poeta, filántropo y un padre amoroso que adoraba sobre todas las cosas terrenales a su mujer, era un amor que iba más allá de las fronteras de un sentimiento cuya belleza se fundía entre lo sublime de la vida…pero ese amor, le provocó celo irracional que le hizo hacer un control sobre su dama a niveles enfermizos, ¡quién ama con locura! Inevitablemente cela con todo su ser.

Las anécdotas de su vida, saltaron en los salones y corredores, sus poemas eran recitados en las calles y avenidas en los parques y en los balnearios acompañados de merienda y vino, por mucho tiempo los jóvenes se identificaron con la calidad de prosa y sonetos que rimaban de una manera especial, lo doloroso es que se había truncado para siempre el talento, lo cual se lo llevaría a la tumba…la esperanza en cien años que alguien de su herencia llevara el fuego de poeta y escritor para recordarlo algún día, espero que ese honor haya caído en mis venas y en mi sangre corran poemas y escritos que hagan sentirse orgulloso desde los cielos o donde esté; a mi olvidado por 100 años bisabuelo Manuel.

Una de sus costumbres que tenía por las tardes, era escuchar música clásica en su fonógrafo…se pasaba horas deleitándose en armonía con los grandes de la historia musical…el piano de cola, con su formación académica recibida en el extranjero se escuchaba en el salón de la finca “Matasano” por esa razón lo forró de maderas preciosas traídas por él y de alguna manera dicen que murió por su viaje a San Francisco California, Estados Unidos.

Mozart, Liszt y Bethoven eran sus tres mosqueteros, en broma y en serio, así bromeaba, eran la fuente de su inspiración, vivió para amar y murió por amor.
Dos regalos recibió en el año de nuestro señor 1900, El nacimiento el 8 de Diciembre de Concepción Juárez Toledo, mi abuela, y la impresión de su ensayo poético…vivió pocos años pero fueron intensos…profundos y con valor, cargados de un amor inexplicable.

En el recorrido de la marcha fúnebre y triunfal, se declamaron varios de sus poemas, entre los que se recuerdan con un impacto especial durante los siguientes años “Deseos” pero como todo, el tiempo se encargó de sepultarlo al olvido, como era él dejado en el Koimétron (La palabra Koimétron, proviene del griego; significa dormitorio)

Diez cadetes con uniforme de gala, sacaron sus sables y cruzándolos le rindieron honores póstumos que hasta el cielo aplaudió, en ese momento, una lluvia acariciadora cubrió el valle de Xelajú…

Dicen que por mucho tiempo, lloraron su corta existencia…

Cien años de olvido (novela) Capítulo 7

April 19, 2008
Por: Oscar Fernández…
fernandez_037@hotmail.com
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Desolación

Una ilusión de amor
creció en mi corazón
Sin darme cuenta;
por verte a tí;
envuelta en una canción

Abrí mi puerta de los sueños
corrí como un loco enamorado
creando y creyendo ser tu dueño
más no comprendía que estaba equivocado

Comencé a crear, versos y sonetos
pensando en tí, siempre…siempre
la rima mi lecho, el poema mi aposento
pero triste realidad, solo en mi vientre

Conmigo cuenta, como un amigo
como el poema veinte, el poema mío
que te di aquella tarde; amor mío
tu me abrazaste…estaba contigo.

Autor:

F.H. Revesal.

La familia de Manuel Toledo, El Poeta., crecía en número; ya eran tres vástagos, María Luisa, Jorge y Concepción.

Teresa de León:
Una mujer extraordinaria y cuentan que era de una belleza extraña, él la celaba a niveles enfermizos, no permitía que saliera de la Hacienda, pero el campo y la comunión con la naturaleza le hacía verse cada día más hermosa, dicen que la mantenía encerrada, a lo cual ella tenía que obedecer, siendo una sociedad machista y con influencia victoriana, aceptaba su destino, dedicada a sus hijos…

Sus celos no tenían fundamento, pero la amaba tanto, tanto, tanto, que moría solo saber que miraba a otro hombre, sufría sin sentido, sufría porqué tenía alma de poeta y escribía versos tristes de noches bellas, le cuidada más que su propia vida, joven de corazón y de alma sensible, mi bisabuelo vivía su pesadilla, había heredado de los ancestros la maldición del celo…era inevitable en él.

Los hermanos Federico y Arturo Toledo, que administraban la hacienda “El Matasanos” por el año 1933 ó talvez fue el año 34, enviaron de comisión a Don Manuel Toledo, un viaje a California, Estados Unidos; después de negarse a viajar por algún tiempo, como presintiendo la tragedia que se avecinaba, al final aceptó, presionado y viajó a la costa del pacífico, dónde embarcó…llegó a realizar los encargos; uno de ellos, fue la compra de Madera Preciosa, Secoya; para terminar dos salones que habían quedado sin darles el toque de elegancia que solo sabía dar la madera, ya que si algo viste en una hacienda, esa es la madera…así decía Federico Toledo.

El viaje tardó un tiempo, negocios de café, compras para la Hacienda, encargos de la familia y secretamente un regalo por parte de mi bisabuelo Manuel a su esposa amante Teresita.

Después de dos meses de viaje, regresó a la finca con el deseo de ver a su mujer y a sus tres críos, pero su sorpresa fue total ya que no estaban en ninguna parte, buscó como un desesperado, gritó de dolor y angustia por no saber que había pasado…al final los hermanos le contaron que le habían echado de la finca por razones que se llevaron a la tumba, el quiso matarlos pero se contuvo, se retiró a sus aposentos, a sufrir por los seres queridos…el hecho de que su mujer hubiese pasado tres días fuera de la finca; no pudo soportarlo y se privó de la vida… era tanto el celo y la posesión que no lo soportó…sus celos infundados lo llevaron a la tumba.

Esa herencia maldita de la Celotipia la llevo conmigo, por eso he renunciado a tener mujer de compañía porque sé que mi triste final sería la misma melodía… ¡cobarde quizá! pero a mis cincuenta años…puedo decir que he vivido bellas historias de amor y una que realmente celé a niveles que me recuerdan a mi ancestro, no sé con exactitud si se hereda, pero tengo el estigma que me acompaña toda la vida, he creado poemas como “Desolación” también tengo cinco historias escritas de las mujeres que he amado y he renunciado….falta mucho por hacer, pero espero no sea igual que ayer.

Continuará…

El Sepelio. (1934)

Cien años de olvido (novela) Capítulo 5

April 16, 2008

Por: Oscar Fernández
fernandez_037@hotmail.com

LINAJE.

¿Cuál es el origen de tu apellido Oscar H. Fernández Juárez?

Gracias por preguntar Fernando de Pontevedra, te hablaré primero del origen de mi bisabuelo, así, de esa manera te llevaré por un recorrido histórico con sus respectivas anécdotas que de alguna manera aprendemos algo o sencillamente las despreciamos…

ORIGEN DEL APELLIDO JUAREZ.

GALLEGO, de Santiago de Compostela, pertenece a la región de Galicia, que también forma parte de Pontevedra, Lugo, La Coruña, el Ferrol, Ordes, Villalba, Olirense, Monteforte de Lemos, Viveiro.

Son lugares bañados por el mar Atlántico y parte del Mar Cantábrico. Su bandera de las comunidades autonómicos es de color blanco, cruzada con una barra que pasa por el centro de color Celeste. Tiene una extensión territorial de 29,434 km. son cuatro las regiones definidas en GALICIA: La Coruña, donde está ubicada Santiago de Campostela, Lugo, Orense y Pontevedra.

En el Hospital Real, albergue de peregrinos de finales del Siglo XV auténtico monumento de líneas góticas renacentistas y barrocas, está considerado como el más antiguo y uno de los más emblemáticos a nivel mundial. Su interior es también grandioso, posee cuatro claustros de inmensa belleza, elegantes estancias, habitaciones y un lujoso comedor.

Es un lugar realmente bellísimo de amplias e imponentes plazas de piedra y escalinatas con bardas reales de piedra tallada. La puerta es de media luna con una profundidad y perspectiva de estilo de un monasterio de la época, tallada en sus dos divisiones de entrada por escudos de armas Reales. Pero el marco que le presenta en la fachada; llega hasta el tercer nivel provocando un efecto de magnificencia…digno de apreciar y recordar para toda la vida.

En el lugar de Barrillos de las Arrimadas, en León radicó otra rama Juárez, pasando a Asturias; así, como el Valle del Mena en Burgos y en Medina de Campo. (Valladolid) Se encuentra también en la villa de Orotava, en las Canarias, una rama pasó a América concretamente a México, donde destacó el presidente Benito Juárez.

Escudo de Armas del apellido Juárez:

En campo de gules, un castillo de oro, Los de Castilla traen el campo de Gules (fondo de color rojo) dos leones rampantes de oro aparejados. Otros en Castilla traen: En campo de oro veinticuatro veros de azur y plata.

En la Mansión, en el salón principal; empotrado en la pared se podía apreciar el escudo de armas de hiero forjado y láminas de oro puro de 18 quilates que lucían los dos leones rampantes, fabricado en la región de Galicia, no se precisa el lugar, pero parece ser que fue Pontevedra.

Su medida era de tres metros de ancho en la parte superior y cuatro metros que remataba en la media luna en la parte inferior. Imponía respeto y cuentan algunos familiares que siempre alguien preguntaba al respecto. Entonces la historia se le contaba por la voz de mi propio bisabuelo.

El dormitorio principal, también se adornaba con dos escudos de armas con todos los blasones que le pertenecían al apellido.

Sí de algo había orgullo y nobleza de parte de mi pariente era guardar el respeto al linaje y a la dinastía , que el tiempo y los enormes problemas familiares y sociales fueron de alguna manera minando hasta que todo fue quedando en el olvido, al día de hoy lo único que queda a los herederos de valores, integridad y nada de posesiones de esa época es rescatar el recuerdo de lo vivido y por ese motivo de corazón valiente y arrojado me he dado a la tarea de ponerlo en el sitio de honor a mi familia.

Continuará.

La Hacienda “San Francisco La Unión”

Cien años de olvido (novela) Capítulo 4

April 14, 2008

Por: Oscar Fernández
fernandez_037@hotmail.com
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La bodega de vinos quedaba atravesando el pasadizo que tenía un compartimiento secreto en la inmensa cocina, al entrar escalera abajo, trece escalones exactos, siendo un miembro de la familia supersticioso, decidió entrarle de frente a las ánimas en pena que pudiesen perturbar el sueño de los vivos, pero lo que siempre decía mi bis…”hay personas caminando por la acera de enfrente y estando vivas , parecen que están muertas de tedio, de miedo y olvido” la verdad no nos percatamos de que sangre azul en algunos casos y en otros de color rojo corren por las venas…

Al finalizar las gradas nos encontramos con otra puerta de madera de cedro, que al abrirla, se encontraban con un recinto agradable y acogedor, donde bien acomodados habían sillones de cuero, una mesita al centro y un mueble que podría decirse, era un trinchante con algunos cambios para las funciones que le servían para degustar los distintos licores que se encontraban acompañados de quesos importados de Francia y Holanda, allí también había una entrada que regularmente permanecía cerrada, era asegurada con un candado enorme que su edad era la suma de todos los habitantes de la mansión…

Cuentan los que tuvieron el privilegio de entrar a la bodega donde dormían cientos de botellas de vino añejándose al paso del tiempo, era especial el momento cuando las manos de mi bisabuelo, por cierto el único en hacer siempre está rutina y el único en saber donde se escondía la llave del enorme candado.
Se calcula que había una capacidad de 1500 botellas en reposo en los anaqueles especiales para ese cometido, de maderas curadas y estando la bodega prácticamente en las entrañas de la colina, el ambiente era húmedo, lo cual con las antorchas colocadas en el lugar cada cierto tiempo se prendían y viciado el aire , hacía dificultoso estar más de una hora…

Don José E. Juárez A. parecía que su cuerpo se había acostumbrado a está rutina y lejos de quebrantar su salud…mejoraba inexplicablemente, él de manera empírica, digamos autodidacta era un enólogo.

En la Hacienda San Francisco la Unión que era administrada por los hermanos de mi abuelo, se tomó una extensión considerable de tierra y por años experimentaron cosechar viñedos, pero el mosto (jugo de uva) no fermentaba en el punto requerido. En el proceso Don José E. Juárez García asistía para supervisar y participar en la decantación (trasiego de vinos) inclinando con cuidado y suavemente la vasija llena de mosto; sobre el recipiente vacío. Según él creía, que al hacerlo con sus poderosas manos, dado que era un hombre alto y regio, acostumbrado a trabajar el campo y su fortaleza estaba a punto de ser legendaria…de hecho le faltó pocos años para llegar a cumplir cien años de olvido…y vida.

En una ocasión por razones que nunca se supo, él; llegó iracundo al momento de la decantación, acto seguido tomó parte activa e hizo su rutina acostumbrada, los peones de la finca al verle tan enojado se apartaron de su camino ya que era capaz de levantar en vilo un tronco pesado.

Con el tiempo se hizo la prueba de esa cosecha que había sido depositada en la cava de la Mansión, pero al degustarla, la sorpresa fue encontrar un vino agrio prácticamente intomable, entonces comprendió que de alguna forma sus emociones y su ira de aquellos días se transmutaron a la esencia de las uvas añejadas…a partir de esa experiencia jamás volvió a estar mal en una rutina de trasiego de vino, las pruebas de enometría le indicaban la calidad de la cosecha.

Logró con los años tener su propia cosecha, llegó a tener un vino único, con personalidad, pero su costumbre de tomarse dos copas diarias de buen vino, hizo que su salud fuera inmejorable, nunca reveló su secreto de la eterna juventud que mantuvo en todos sus años. Al cabo de mucho tiempo, cuando todo era un recuerdo borroso y el olvido entraba en escena, en una excavación en el jardín de la mansión…encontraron una caja de hierro completamente oxidada y con un candado puesto en su lugar, al abrirla había algunas pertenencias: Un reloj de bolsillo de plata con la fotografía de mamá Lupe, varias fotografías de sus hijos, entre los cuales estaba mi abuelo Humberto, pero una hoja de papel que escrito con su puño y letra decía:
“Ya no bebas mas agua, sino usa un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades”

Primera de Timoteo 5:23 (Biblia)

Continuará:

La cava

Cien años de olvido (novela) Capítulo 3

April 12, 2008

Por: Oscar Fernández
fernandez_037@hotmail.com

La Fuente.

El rey de los vinos espumosos; era el rey indiscutible de la fiesta…a título personal en una sola oportunidad participé de una velada de 7 días con el champagne Don Perigñon, fue algo verdaderamente espectacular, unos amigos argentinos; nos vimos agradecidos con su compañía, mi hermana María Doricia y Adela fueron las anfitrionas como en antaño lo fueron mis bisabuelos, jamás al nivel de ellos, pero lo que se hereda nadie te lo quita…de alguna manera el príncipe y el mendigo corre por nuestras venas…más adelante sabrán de que les hablo.

1910 – 1920 llamada la “Bell epoc”…parte de mis ancestros la vivieron al máximo… como ahora la he vivido en está época, no con la pomposidad y el lujo dilapidado o despilfarrado de mis bisabuelos, pero en parte, teniendo tanta tierra, posesiones, haciendas y fincas…creo que hubiese hecho lo mismo, es cuestión de sangre, es cuestión de casta; no a todos les queda y menos que les va.
Peco de arrogante pero heredé esa distinción en cuanto a la clase y la real eterna aristocracia…

Los comensales en la reunión estaban cuidadosamente atendidos, por instrucciones expresas de Don José Encarnación Juárez Auyón, habían contratados 200 meseros y cocineras habían 20 en constante ajetreo, la despensa para el evento se preparó con un mes antes, llenando las bodegas de lo mas elemental por utilizarse, no se escatimó en gastos…fue enorme el esfuerzo para cumplir con las expectativas, pero a él y mi bisabuela la pasión por la excelencia era una de sus lemas que más aplicaban a la vida. 22 dormitorios se dispusieron para que los invitados durmieran y se recuperaran del desgate natural que producía estar bailando, conversando y comiendo.

Las mujeres más hermosas de la región se daban cita con sus galas y joyas de la corona…carruajes iban y venían al pórtico de la casa, pajes y chambelanes con sus atavíos a la usanza de la época del siglo XVII atendían a sus amos…concursos de exhibición de caballos de raza, era uno de los momentos más esperados, siendo la familia criadores de algunas razas españolas, presentaron a diez de sus mejores sementales …con nombres históricos tales como el azabache Bucéfalo, que el solo estar frente a tan hermoso animal, causaba un efecto intimidante…jamás nadie había visto algo tan perfecto, tan bello y tan noble, los que conocían la vida de Alejandro Magno, que imagino en esa época eran muchos de los invitados, dado que la educación era importante en todos los sectores de la sociedad., habrán tenido un dE-jaVu con la historia.

La Casona era iluminada estratégicamente por más de mil antorchas, la velada nocturna creaba un ambiente mágico lleno de romanticismo y candor, ahí se vivieron grandes momentos de pasiones y amores encontrados…la ironía es que Humberto Juárez no vivió estas circunstancias con mi abuela, ya que ella nacería después de este trozo de vida especial de la familia J.A.

El cielo hizo su parte, confabulado con tan espectacular reunión, se presentó también de gala, enviando una Luna llena la primera noche que parecía que bajaba por ratos a husmear que ocurría, muerta de la curiosidad, el viento bailó toda la madrugada acariciando a los comensales, feliz de celebrar algo tan especial, las nubes se marcharon a contar a otras regiones del país que en el Occidente si sabían vivir y enojadas con la apatía extrema de otras familias pudientes, les dejaron caer una tormenta que casi los destruye…bien decía mi bisabuelo…”si haces bien las cosas hasta el cielo te ayuda”.

La majestuosidad y el derroche llegó a ser leyenda en la región por parte de la familia, dicen por allí, que para coronar y recordar la sencilla reunión, mi bis José E. Juárez Auyón, mandó acuñar monedas bañadas de oro y con la esfinge de la fachada de la casa, números romanos y una leyenda en latín…que decía: DOMINUS TECUM en un rostro y en la otra cara….DEO IUVANTE